En todos los rincones del mundo, encontramos personas que, con dedicación y desinterés, se convierten en actores clave en el desarrollo sostenible de sus comunidades y en la construcción de una sociedad más justa. El voluntariado es una poderosa herramienta para promover cambios positivos en la sociedad; por ello, cada 5 de diciembre, se reconoce esta labor en el Día Internacional de los Voluntarios. Siguiendo este compromiso, desde el Británico se han generado tres proyectos que han beneficiado a 120 familias y a más de 100 vecinos de comunidades aledañas.
El primero consiste en crear espacios educativos y recreativos que refuercen la identidad cultural en la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo. El segundo involucra el equipamiento de una biblioteca para promover la lectura y las habilidades de estudio en los menores de San Juan de Miraflores. El tercero, desarrollado desde la virtualidad, está dedicado a fortalecer las habilidades socioemocionales, en niños y adolescentes vulnerables, con actividades lúdicas y talleres.
Además de estos proyectos, durante el 2025 se realizaron diversas acciones de voluntariado que reflejan el compromiso ambiental y social del Británico. Entre ellas destacan las limpiezas de playas, los concursos de reciclaje, el pintado de murales comunitarios y las campañas de segregación y reutilización. En todas estas actividades participaron más de 500 colaboradores y más de 1800 alumnos.
Según la National Alliance on Mental Illness (NAMI), realizar actividades solidarias no solo transforma comunidades; también beneficia la salud mental de quienes participan: reduce el estrés, incrementa la felicidad, mejora la autoestima y fortifica los vínculos sociales. “Participar en un voluntariado fortalece valores como la solidaridad y la empatía, además de desarrollar habilidades personales y profesionales. También crea sentido de pertenencia e impulsa el liderazgo social”, indicó Gabriela Aguilar, gerente de Responsabilidad Social y Cultura del Británico.