
Con más de 1,02 millones de hectáreas de bosque certificadas, 12 certificados de manejo forestal vigentes y 79 certificados de cadena de custodia activos, el Perú se consolida como referente regional en manejo forestal sostenible y certificación de productos amazónicos. Los avances impulsados por el Forest Stewardship Council (FSC) muestran que es posible conectar la conservación del bosque con la generación de ingresos sostenibles para comunidades locales.
En Madre de Dios, familias castañeras lograron la primera certificación grupal de concesiones de castaña amazónica, modelo que hoy suma 13 concesiones en proceso de certificación. Este hito no solo fortalece la trazabilidad de los productos amazónicos, sino que también incorpora indicadores de biodiversidad y captura de carbono, aportando directamente a la mitigación del cambio climático.
“Cada hectárea certificada representa una decisión consciente de mantener el bosque en pie, pero también un reconocimiento al esfuerzo de las comunidades que conviven con la naturaleza. La experiencia de los castañeros amazónicos demuestra que conservar y producir no son caminos opuestos, sino complementarios”, destacó Alba Solís Vilchez, directora ejecutiva de FSC Perú.
Las comunidades Yine y Shipibo–Konibo también participan activamente en procesos de certificación, integrando su conocimiento ancestral en el manejo sostenible del bosque. Gracias al acompañamiento técnico de organizaciones aliadas como Tejiendo Sonrisas, Demetra y Cesvi, el modelo peruano demuestra que la certificación puede fortalecer la economía local y abrir acceso a mercados internacionales más responsables y trazables.
Con 73 millones de hectáreas de bosques, dos tercios del territorio nacional, el potencial del Perú para seguir ampliando la certificación forestal sostenible es enorme. Además, el país es pionero regional en la certificación de productos no maderables, con miras a diversificar el mercado hacia recursos como el aguaje y otros frutos amazónicos.