
¿Te has preguntado cuál es el equilibrio ideal de mentalidad que debemos tener para avanzar en la vida? Hay dos pilares fundamentales: no tomarte nada personal y entrenar tu mente constantemente. Aunque nacemos con una mente ilimitada, crecemos rodeados de condicionamientos que nos dicen lo contrario: “eso no es para mí”, “no puedo”, “otros tienen suerte”. Estos pensamientos no son reales, son el resultado de años de programación mental. Cuando aparece una oportunidad y tu primera reacción es: “eso no es para mí, es muy difícil, no tengo el dinero”, estás operando desde una mentalidad limitante. En cambio, si piensas: “esa oportunidad es mía, ¿cómo la tomo?”, estás activando tu mentalidad expansiva.
Así lo señala, Janneth Parra, gerente de Inandes Grupo Financiero, resaltando siete ideas para romper tus límites y crear la vida que mereces.
Tu mente crea tu realidad: la mente es la computadora más potente del mundo. Cada pensamiento que tienes genera una emoción, una decisión y un resultado. Si tus pensamientos giran en torno al “no puedo”, eso es exactamente lo que vas a manifestar.
Por ejemplo, si ves una vacante laboral y piensas que ya está arreglada, ni te presentarás. Pero si crees que es para ti, actúas con decisión. La diferencia no está en la oportunidad, sino en cómo te hablas a ti mismo.
¿De dónde vienen nuestras limitaciones?: desde la infancia comenzamos a ser condicionados. Si un niño es etiquetado como “lento”, “distraído” o “hiperactivo”, crecerá creyendo que tiene algo mal. Esa narrativa se instala en su mente como verdad. Lo mismo ocurre con frases comunes como “no sirves para esto” o “eres muy bruto”. Son semillas negativas que germinan con el tiempo y se convierten en límites mentales.
La clave: consciencia y acción. El primer paso para romper tus límites es ser consciente de lo que piensas. Si hoy alguien te ofrece un negocio y tu respuesta inmediata es “eso no es para mí”, detente. Pregúntate: ¿de dónde viene esta creencia? El cambio empieza al declarar: “yo puedo, yo soy capaz, esa oportunidad es para mí”. Actuar desde esa certeza, incluso sin garantías, transforma tus resultados. No se trata solo de pensar positivo, sino de creerlo profundamente y actuar en consecuencia.
Alimenta tu mente con lo correcto: tu entorno, tus conversaciones, las noticias que consumes, las series que ves y hasta la música que escuchas, todo alimenta tu mente. Si te rodeas de quejas, dramas y malas noticias, eso es lo que seguirás creando en tu vida. Sé consciente de: ¿qué tipo de contenido consumes?, ¿tus conversaciones son positivas o tóxicas?, ¿tu círculo te impulsa o te limita? Tú decides a qué le das espacio en tu mente. Ponle filtros. Así como cuidas lo que comes, cuida lo que dejas entrar a tu pensamiento.
Cuerpo, mente y energía son un solo sistema: no puedes esperar tener energía, entusiasmo y claridad mental si alimentas tu cuerpo con comida chatarra. Tu cuerpo es tu templo, y lo que ingieres afecta directamente tu actitud y estado emocional. Una mente poderosa necesita un cuerpo saludable. Cuida tu alimentación, muévete, duerme bien y verás cómo tu energía se alinea con tu propósito.
¿A quién le estás alquilando tu mente?: como dice Margarita Pasos, “cuidado a quién le alquilas tu mente”. A veces un simple malentendido en casa o un café frío por la mañana se convierte en excusa para arruinar todo tu día. ¿Estás dejando que cosas pequeñas ocupen espacio valioso en tu mente? Sé selectivo. Tus pensamientos son semillas: lo que plantas hoy, lo cosecharás mañana.
Tú eres ilimitado: elimina la idea de que “no puedes” o “no es para ti”. Rompe tus límites mentales, rodéate de personas que te inspiren, cuida tu salud física y emocional, y recuerda que la realidad que vives es reflejo de la mente que cultivas. Hoy es un gran día para declarar “yo puedo, yo merezco, y voy por todo”.