
En el marco del Día Mundial de la Inteligencia Artificial (16 de julio), surge una alerta concreta para el empresariado peruano: la falta de automatización en la gestión del talento humano está generando pérdidas de hasta 30% en productividad anual, especialmente en medianas y pequeñas empresas que aún dependen de procesos manuales.
Según Jimmy Quispe, product manager del Software de Gestión de Personas de Defontana, empresa líder en software de gestión empresarial en Latinoamérica y Perú, gran parte de las empresas locales aún operan con hojas de cálculo para planillas, controles físicos de asistencia, solicitudes de permisos en papel y sin trazabilidad del desempeño. Este desfase tecnológico impacta directamente en los costos laborales, la rotación de personal y la toma de decisiones estratégicas.
Y aunque hay avances, todavía falta camino por recorrer. Un estudio de Automation Anywhere reveló que solo el 34% de las empresas en Perú había implementado inteligencia artificial y automatización en sus tareas diarias, lo que ubica al país en el sexto lugar en Latinoamérica en adopción de estas tecnologías. Brasil (43%), Argentina (42%), México (40 %), Colombia (38 %) y Chile (37%) lideran la región en este campo.
El ejecutivo menciona que la pérdida de productividad en el área de gestión humana no es un concepto abstracto, sino un conjunto de fallas operativas concretas que impactan silenciosamente la rentabilidad y el clima laboral.
“Muchas empresas creen que llevar planillas en Excel o gestionar asistencia manualmente no tiene mayor impacto, pero lo cierto es que cada pequeño error, omisión o tarea duplicada va sumando una pérdida significativa de tiempo y dinero”, explica Quispe. Según detalla, los efectos más frecuentes de esta ineficiencia son:
- Errores constantes en el cálculo de planillas y beneficios, que no solo generan sobrecostos, sino también malestar entre los colaboradores.
- Ausentismo laboral mal monitoreado, que impide actuar a tiempo y redistribuir tareas con eficiencia.
- Procesos de reclutamiento lentos y poco objetivos, que hacen perder oportunidades de atraer talento calificado.
- Falta de trazabilidad en el desempeño del personal, lo que obstaculiza la planificación de equipos y la detección temprana de problemas.
- Horas hombre mal utilizadas en tareas que fácilmente podrían ser automatizadas con tecnología básica.
Todo esto genera ineficiencia operativa, desmotivación interna y mayor rotación de personal valioso, según advierte Jimmy Quispe. Asimismo, señala que la inteligencia artificial ya no es una promesa futura. Puede aplicarse hoy en áreas como selección de personal, control de asistencia, gestión de licencias, evaluación de desempeño y tareas administrativas repetitivas, por ejemplo:
- Reclutamiento más rápido y objetivo, con test automatizados que cruzan perfiles con requerimientos reales del puesto.
- Alertas tempranas de ausencias o bajo rendimiento, mediante análisis predictivo.
- Cálculo de planillas y beneficios automatizado, reduciendo errores.
- Reportes en tiempo real, para decisiones basadas en datos, no intuiciones.