
Pese a que el reciclaje en el Perú ha presentado avances importantes, aún el país enfrenta varios desafíos. Según datos del Ministerio del Ambiente (Minam) recogidos en 2024, en el país se genera a diario un promedio de 23 mil toneladas de residuos sólidos, de ellos, el 78% podrían reciclarse, pero solo una pequeña parte es reincorporada a la cadena de reciclaje (1,8%).
Esta brecha se debe principalmente a la escasa cultura de segregación por parte de la ciudadanía, la infraestructura deficiente y la informalidad en el sector por parte de los recicladores, explica Fiorella Danjoy, directora regional de la ONG Recicla LATAM.
En los últimos años, se han desarrollado más programas de segregación en la fuente, campañas de sensibilización y educación ciudadana. Pese a ello, sigue en aumento la generación de residuos y las tasas de reciclaje se han mantenido. En 2021 se registraba a diario 21 mil toneladas de residuos sólidos y a la fecha, hay un incremento de dos toneladas.
Un importante paso en el Perú se dio el 21 de diciembre de 2024 por parte del Minam, con la modificación del D.L. N° 1278, que aprueba la ley de creación del Fondo Nacional del Ambiente.
“Esta iniciativa contribuye a que el reciclaje en el Perú avance. Es clave fomentar la educación ambiental, mejorar la recolección y formalizar a los recicladores. La colaboración entre el Estado, las empresas y organizaciones será fundamental para lograr un sistema sostenible”, resalta Fiorella Danjoy.
La especialista explica los principales desafíos que el Perú debe superar.
- Educación y cultura de reciclaje. Requiere la corresponsabilidad de todos los sectores de la sociedad. La educación desempeña un papel fundamental en este proceso, al permitir que la ciudadanía, las instituciones educativas, las empresas y otros actores comprendan el impacto positivo del reciclaje y la importancia de una gestión adecuada de los residuos sólidos. Solo a través de un compromiso conjunto se podrá generar un cambio sostenible y duradero.
- Infraestructura y abastecimiento en la recolección. Para garantizar una gestión adecuada de los residuos sólidos, primero es esencial implementar contenedores en espacios públicos para la correcta segregación de aquellos que son inorgánicos aprovechables y no aprovechables, así como optimizar las rutas de recolección. También es necesario que los hogares designen un contenedor para residuos aprovechables en sus casas e inscribirse en los Programas de Segregación en la Fuente de sus localidades. El trabajo coordinado de los municipios en la planificación de estas rutas es clave para una mayor eficiencia del servicio, reducir el impacto ambiental y fomentar una cultura de reciclaje en la población. De esta manera, se evitará la aglomeración de residuos en las calles y cualquier otro espacio urbano o natural donde se crean botaderos informales.
- Informalidad por parte de los recicladores. Al impulsar su formalización se mejoran las condiciones laborales, contando con acceso a la seguridad social, equipamiento y, por ende, impacta favorablemente en la recolección. Además, permite que los recicladores puedan emitir comprobantes de pago y de esta manera, asumir sus responsabilidades tributarias y ser bancarizados. Esto involucra al Gobierno y a las empresas.
- Implementación de nuevas normativas que incorporen proyectos adaptados a la realidad de nuestro país, que apoyen en el avance y la optimización en la recolección de los residuos. Esto también involucra al Gobierno y a las empresas.