La evolución tecnológica desencadenada por el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) no para de transformar la cotidianidad. Una de las actividades que más ha enfrentado cambios es el comercio y, en particular, las tiendas minoristas que buscan adaptarse y competir en un mercado que combina el espacio digital con el físico.
Esta situación genera múltiples cambios en los hábitos de consumo de las personas, lo que ha ocasionado un impacto en los métodos de compra tradicionales. Ahora las tiendas buscan satisfacer las nuevas necesidades de los clientes a través de la implementación de dispositivos inteligentes. Sin embargo, expertos en ciberseguridad de Palo Alto Networks advierten sobre los peligros en seguridad que esto representa.
En una época en la que la actividad comercial es alta, los comercios necesitan adaptarse a los cambios para competir en un mundo en el que el comercio electrónico revolucionó la forma de comprar. Las tiendas tradicionales continúan adoptando cada vez más herramientas inteligentes que les permitan ofrecer algunas de las comodidades de las compras en línea como el autopago, el pago sin contacto y las tiendas sin cajeros. Sin embargo, a medida que estas tiendas se vuelven más interconectadas, también enfrentan desafíos de ciberseguridad sin precedentes.
Con la creciente variedad y cantidad de dispositivos inteligentes usados en las tiendas, es fundamental realizar un seguimiento preciso de cada uno. Esta visibilidad es esencial para detectar dispositivos no autorizados y monitorear actividades sospechosas, lo que garantiza que los comercios puedan proteger sus redes contra amenazas potenciales.
Para ello, es indispensable utilizar IA y aprendizaje automático avanzado para detectar y prevenir sistemáticamente amenazas potenciales antes de que puedan explotar vulnerabilidades en los dispositivos. Este enfoque proactivo ayuda a reducir el riesgo de violaciones de datos y garantiza que las tiendas permanezcan seguras.
Es necesario el manejo de una plataforma centralizada en la que se puedan aplicar políticas de seguridad uniformes en todos los dispositivos, independientemente del fabricante o el sistema operativo. De igual modo, el cifrado y la protección de datos debe ser prioridad para los comercios, ya que los atacantes pueden interceptarlos y explotarlos fácilmente.
El potencial de la digitalización y automatización en el sector minorista es enorme y ofrece nuevas vías de crecimiento e innovación. No obstante, esta promesa conlleva riesgos significativos si las tiendas no están protegidas adecuadamente. A medida que la tecnología evoluciona, también deben hacerlo sus soluciones de seguridad, lo que reduce las amenazas que pueden paralizar la operación comercial de cualquier organización, sin importar su tamaño. Además, es obligatorio garantizar la protección de datos a usuarios y clientes, por lo que en épocas de gran movimiento comercial, como en las celebraciones decembrinas, es oportuno anticiparse y protegerse de forma sólida.