El auge en la demanda de productos refrigerados ha abierto un abanico de oportunidades para los productores que buscan destacar en un mercado cada vez más competitivo. Los consumidores actuales valoran la innovación, desean experimentar con sabores diversos y están atentos a la sostenibilidad.
La clave para abordar estos desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades radica en equilibrar el valor de los productos refrigerados, combinando funcionalidad, sostenibilidad y eficiencia en la distribución.
Añadir Valor. De acuerdo con Tetra Pak, líder en soluciones de envasado y procesamiento de alimentos, el valor añadido a los productos refrigerados no siempre se traduce en un precio más alto. En cambio, se enfoca en la funcionalidad y en satisfacer necesidades específicas del consumidor. Los productos «premium» deben ofrecer beneficios claros y emocionales, ya sea a través de ingredientes nutritivos, un diseño atractivo del envase, o un enfoque en valores socioeconómicos.
Los productores deben encontrar un equilibrio entre el producto y el envase, asegurándose de que la elección del envase refleje las preferencias y necesidades del mercado objetivo. La simplicidad, como añadir leche con sabor a chocolate en mercados específicos, puede ser tan efectiva como una propuesta premium más elaborada.
Preferencias del consumidor. Comprender las inclinaciones de los consumidores en distintos mercados es clave para el éxito. Por ejemplo, la viscosidad alta de un producto puede indicar riqueza y nutrición en algunos, pero un alto contenido en grasa en otros. Algunas tendencias generales, que engloban a los mercados, incluyen añadir partículas, trocitos de fruta y cereales para reforzar el posicionamiento saludable y elevar sabor y textura.
En el caso de la leche, la demanda de variantes sin lactosa, orgánicas y enriquecidas con vitaminas o minerales ha crecido significativamente. De igual modo, el diseño del envase juega un rol crucial en la percepción del producto, la apariencia debe ajustarse a las expectativas culturales, variando desde acabados brillantes hasta tonos neutros.
Eficiencia en la distribución. Se debe poner énfasis en la eficiencia de la cadena de distribución. Optar por envases que maximicen el uso del espacio en los palés y que estén diseñados para ser más ligeros puede disminuir los costos y la huella de carbono. Las soluciones digitales que monitorean la distribución también pueden identificar oportunidades para mejorar la eficiencia y reducir residuos.
Sostenibilidad. La sostenibilidad es una prioridad creciente, pero debe abordarse con autenticidad. Es importante que los productores brinden información pertinente sobre las características de reciclabilidad de sus envases, evitando posibles malentendidos. La calidad y funcionalidad del envase deben mantenerse como prioridades, incluso cuando se integran soluciones sostenibles.
Colaboración eficaz. La colaboración con socios experimentados es fundamental para enfrentar estos desafíos. Desde el desarrollo del producto hasta el envasado y la comercialización, es esencial mantenerse actualizado con las tendencias y legislaciones emergentes. Trabajar con expertos permite a los productores no solo cumplir con las expectativas del mercado, sino también anticipar y adaptarse a las nuevas demandas.