En la actualidad es fundamental reflexionar sobre la discriminación por edad, también conocida como “edadismo”, y cómo afecta a los adultos mayores en el entorno laboral. El edadismo, además de limitar las oportunidades de empleo y desarrollo profesional de las personas mayores, mantiene consecuencias graves para su salud y bienestar, asociándose con inseguridad financiera, aislamiento social y una menor calidad de vida.
De acuerdo al Informe Mundial sobre el Edadismo de la OMS (2021), los candidatos de 28 años tienen un 77% más de probabilidades de recibir una segunda llamada para una entrevista en comparación con los candidatos mayores de 38 años. Además, el 53% de los colaboradores tiende a considerar que la capacitación del talento adulto mayor es más difícil, y el 52% cree que los colaboradores mayores están menos interesados en asumir nuevos retos laborales. Estas percepciones erróneas contribuyen a la exclusión de los adultos mayores del desarrollo profesional y restringen la promoción de oportunidades laborales equitativas.
Ante ello, Rossina Castagnola, directora de Gestión del Talento y Sostenibilidad de Konecta Perú, comparte cinco consejos esenciales para gestionar el edadismo en la organización:
- Promueve una cultura inclusiva. Fomenta un ambiente de trabajo que valore y respete la diversidad generacional, destacando las contribuciones únicas de los colaboradores adultos mayores.
- Implementa programas de capacitación continua. Asegúrate de que todos los colaboradores, independientemente de su edad, tengan acceso a oportunidades de desarrollo profesional y capacitación en nuevas habilidades.
- Combate los estereotipos. Sensibiliza a tu equipo sobre los prejuicios relacionados con la edad y promueve una comprensión más profunda de las capacidades del talento en base a sus experiencias.
- Desarrolla mentorías intergeneracionales. Implementa programas de integración donde el talento adulto mayor pueda compartir su experiencia y conocimiento con las generaciones más jóvenes y viceversa, creando un intercambio beneficioso para ambos grupos.
- Adopta políticas de empleo inclusivas. Revisa y ajusta las políticas de contratación y desarrollo profesional para asegurar que sean inclusivas y no discriminatorias hacia los colaboradores adultos mayores.