Este 2024 ha sido un año en que el precio del dólar ha mostrado un comportamiento bien cíclico a lo largo de estos casi 8 meses. Si vemos un gráfico lineal de la tendencia durante el periodo, hay dos picos relevantes bien identificados; a comienzos de febrero, cuando llegó al máximo de casi S/3,89 y a fines de junio, cuando el precio de la moneda estadounidense en el país tocaba casi los S/3,85, explica Matías Maciel, CFO y Cofundador de Rextie.
La tendencia ha sido de reducción paulatina de la volatilidad. Esto principalmente porque, si bien iniciamos en los S/3,70 y en la actualidad estamos en los S/3,74, cualquiera podría decir que la tendencia es al alza. No obstante, cuando analizamos detenidamente, veremos que los picos máximos y los pisos mínimos a lo largo del año últimamente se han acercado cada vez más.
Desenvolvimiento del dólar durante el primer trimestre
A comienzos del año, la cotización se movió entre los S/3,66 y los S/3,89 como resultado de factores internos y externos que modificaron las expectativas del mercado. En el frente externo, las perspectivas respecto a la posibilidad de una baja o no en las tasas de interés en los Estados Unidos ya venían siendo una montaña rusa.
Las razones por las cuales el tipo de cambio mostró una subida en ese periodo tuvieron que ver con un creciente consenso sobre la necesidad de que la Reserva Federal (FED) de EE. UU. siga manteniendo altas las tasas para poner paños fríos a una pujante economía estadounidense y enfriar la inflación. Por otro lado, el conflicto bélico entre Israel y Hamas, sumándose al ya existente en Ucrania, incrementó los niveles de incertidumbre.
Por el lado interno, la situación política en Perú estuvo marcada por episodios de inestabilidad, incluyendo tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, y protestas sociales en varias regiones del país. Asimismo, el Fenómeno de El Niño causó estragos en la economía local. Estos eventos generaron incertidumbre entre los inversores, debilitando temporalmente al sol y contribuyendo al pico de S/3,89 en la cotización del dólar.
Durante este periodo de volatilidad, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) intervino en el mercado cambiario mediante la venta de dólares para atenuar las fluctuaciones del tipo de cambio. Esto fue clave para evitar una depreciación más pronunciada de nuestra moneda, ayudando a establecer un piso cercano a S/3,66.
Desenvolvimiento del dólar en el segundo trimestre
Luego, el precio del dólar en Perú mostró un escenario de menor volatilidad, que persiste hasta la actualidad. Para esto, tuvieron una incidencia clave factores externos, como la moderación de la política monetaria de la FED y la recuperación de los precios de las materias primas. Sobre esto último, los precios, especialmente de los metales, mostraron una recuperación durante el segundo trimestre, beneficiando a economías como la peruana que dependen de la exportación de estos recursos. Esto tuvo un efecto positivo en la cotización del sol, dado que el aumento en los ingresos por exportaciones mejora la balanza de pagos del país incrementando la oferta de dólares en la economía.
La Reserva Federal, durante el segundo trimestre adoptó un enfoque más cauteloso con respecto a las alzas de tasas de interés. La inflación en Estados Unidos comenzó a mostrar signos de moderación, lo que redujo la presión para nuevos incrementos de tasas. Esto contribuyó a una menor apreciación del dólar en los mercados internacionales, fomentando cierta recuperación del sol frente a la divisa estadounidense.
En el frente interno, el BCRP continuó interviniendo en el mercado cambiario. La estabilización de los mercados globales permitió que la institución redujera sus ventas de dólares, enfocándose más en mantener la inflación bajo control. La tasa de referencia siguió estable.
Con la disminución de la volatilidad política interna y la incipiente mejora en los indicadores macroeconómicos, las expectativas de crecimiento para el segundo semestre de 2024 se volvieron algo más optimistas. Esto fortaleció al sol, ya que los inversores ven un menor riesgo asociado a la economía peruana. Además, la respuesta del gobierno frente al Fenómeno de El Niño ayudó a mitigar los impactos negativos en la economía.
En el segundo trimestre las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo llevaron a acuerdos que calmaron las protestas sociales y mejoraron la percepción de estabilidad en el país.
¿Qué podemos esperar para el cierre del año?
Lo que vemos para el tipo de cambio local hacia futuro es una tendencia de relativa estabilidad hasta fin de año. Un rango entre los S/3,65 y los S/3,80 aparece dentro de lo más probable. Se fundamenta principalmente en que el momento en el que la reducción de tasas de interés en los Estados Unidos (lo cual fortalece relativamente al sol) se acerca cada vez más, las exportaciones peruanas siguen en niveles récord. Esto incrementa el superávit comercial y la oferta estructural de dólares en la economía, así como en los precios internacionales de los metales, los cuales continúan en niveles históricamente elevados.
Por último, una mayor sensación de estabilidad política también permite mantener estas perspectivas, más allá de cierto nerviosismo que pudo generar los anuncios de la presidenta Dina Boluarte en julio pasado sobre la situación fiscal en el corto plazo.
No obstante, las expectativas del mercado pueden cambiar por eventos de magnitud no previstos y que tienen la fuerza como para afectar considerablemente los mercados internacionales (las guerras en curso en Medio Oriente y en Europa, por ejemplo). Por lo tanto, es importante mantenerse informado y buscar análisis de expertos sobre los impactos que pueden derivar de cada situación, puntualiza el especialista.