Exministros de Economía de los países que conforman la Alianza del Pacífico enfatizaron la necesidad de priorizar el crecimiento económico y las políticas de largo plazo sobre las de corto plazo, así como fortalecer la integración para aprovechar las sinergias de los países a favor del desarrollo conjunto.
Así lo destacaron en el foro organizado por Videnza en ocasión de sus 10 años de vida institucional, sobre la visión del futuro económico de los países de la Alianza del Pacífico.
En el encuentro moderado por Janice Seinfeld, presidenta del directorio de Videnza, participaron los exministros del sector económico Felipe Larraín de Chile, Mauricio Cárdenas de Colombia, José Antonio Meade de México, y Luis Miguel Castilla de Perú.
“Me preocupa la falta de énfasis y prioridad en el crecimiento económico; muchos de los gobiernos de la región se han contentado con entrar a tratar de recaudar y redistribuir, olvidándose que el mejor recaudador es el crecimiento económico de los países”, señaló Felipe Larraín, exministro de Hacienda de Chile.
Asimismo, señaló que el tema de la delincuencia y el narcotráfico complica a los países de la región y ante ello se deben adoptar medidas conjuntas.
“Hoy día tenemos bandas criminales que han pasado a ser organizaciones transnacionales; no podemos pensar que el crimen lo podemos combatir de forma individual en nuestros países; se requiere una cooperación mucho más fuerte en combatirlo para poder hacer frente a este flagelo, que se ha desplazado a toda la región”, enfatizó.
También señaló que, de un tiempo a esta parte, en la región se ha deteriorado la calidad de las políticas y las instituciones, lo cual ha afectado el crecimiento económico en la región.
Por su parte, Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, enfatizó que la integración de los países de la Alianza del Pacífico avanzó bastante en la parte económica, comercial y de visión conjunta, como lo demuestra la creación del bono de catástrofe, para ayudar a los países del bloque ante emergencias como un terremoto.
Refirió que ese bono se puso en práctica tras un terremoto que azotó la región de Amazonas en Perú, por el cual el país recibió 60 millones de dólares.
“Hoy no hay mucho diálogo e iniciativas conjuntas, y no se ve que los países se estén proyectando en ese nivel de integración. ¿Qué pasó? Yo creo que en el fondo la política nos hizo una mala jugada”, dijo Cárdenas.
“La política nos sacó del centro de gravedad de lo pragmático, de lo basado en la evidencia, de lo que es una mirada de largo plazo y nos movió hacia políticas cortoplacistas, casi populistas, nos llevó hacia el estatismo, dar a la ciudadanía una respuesta inmediata por la vía de las transferencias monetarias, por el lado de los subsidios, pero dejar de lado las necesidades de inversión, de apoyar al sector privado, de atraer inversión extranjera”, explicó.
Refirió que el sector privado jugaba un papel protagónico en el esfuerzo de la Alianza del Pacífico.
“Eso lo hemos perdido por la política interna de nuestros países; entonces, más que lamentar y decir que todo tiempo pasado fue mejor, yo creo que lo que tenemos que pensar es cómo llevamos la política nuevamente a ese centro de gravedad, donde hay posibilidad de hacer alianzas entre lo público y lo privado, tomar decisiones con visión de largo plazo, diseñar mecanismos de políticas públicas donde no se considere que el Estado es el que va a resolver todos los problemas, que es lo que está dominando las conversaciones en nuestros cuatro países”, explicó.
“Yo creo que lo que ha asfixiado a la Alianza del Pacífico es precisamente esa visión de que el Estado es el que va a resolver los problemas, y no una visión más abierta donde se considere el papel del sector privado; necesitamos retomar ese camino”, agregó.
Cárdenas señaló que el modelo centrado en lo estatal no ha funcionado bien y por ello América Latina aparece como la región de menor crecimiento mundial.
“El entorno económico no es malo; eso (el menor crecimiento) se debe a las políticas internas”, puntualizó.
De otro lado, José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, señaló que la región ha sufrido el impacto del enfrentamiento político de los extremos, porque se quedó sin el “centro político”.
Refirió que el populismo afectó la región y las políticas públicas no se enfocaron en las necesidades reales de la ciudadanía.
Asimismo, señaló que para enfrentar los problemas que aquejan a los países de la región como la delincuencia, la falta de vivienda para los pobres y los riesgos del medioambiente, se necesita un enfoque más latinoamericano, con más diálogo y reflexión.
“Pero sobre todo más ambición; yo creo que la lección importante de estos 10 años es crear oportunidades y combatir la pobreza sin ninguna ambigüedad; esa es la dirección correcta; la mezcla de los sectores público y privado es sin ninguna duda el camino correcto”, dijo.
A su turno, Luis Miguel Castilla, ex ministro de Economía y Finanzas del Perú y director de Videnza, destacó la necesidad de lograr sociedades más cohesionadas y recuperar el centro político, porque ahora predominan los extremos.
En ese sentido, enfatizó la importancia de mantener una macroeconomía sana, un país abierto a la inversión que no se cierre (como es hoy la sensación en muchos países), con un Estado que funcione para el ciudadano.
Refirió que la región cayó en una fase de total desconfianza, con una crisis de representación política.
“No supimos, quizás, construir una coalición política lo suficientemente sólida para poder avanzar sobre lo construido”, afirmó.
Asimismo, indicó que es necesario no solamente conversar entre los países de la región, sino también al interior de los mismos; se debe aprender a discrepar y defender ideas con respeto.
“Nuestra región es resiliente y ha salido de peores situaciones; tenemos activos que nos pueden permitir salir adelante; para ello se requiere liderazgo, confianza y un norte común”, puntualizó.