Los responsables de la toma de decisiones en el sector de tecnología y bienes de consumo duraderos ven las perspectivas hacia el cuarto trimestre de 2022 y la llegada de 2023; de acuerdo con un análisis de GfK que incluye a la región de América Latina, está claro que van a navegar por un período de mayor incertidumbre, por lo que se recomienda ser precavidos.
Por un lado, la continua alteración de la cadena de suministro parece que añadirá costos, complejidad y dificultará la disponibilidad de los productos. Por otro lado, una recesión económica, alimentada por las presiones inflacionistas y los problemas geopolíticos -incluido el conflicto entre Rusia y Ucrania- contribuirán a aumentar el costo de vida en muchas regiones del mundo, lo que afecta la confianza de los consumidores.
En el sector de la tecnología de consumo y bienes durables, esto significa una desaceleración de la demanda y una ralentización del crecimiento del valor, agravado por un nivel de saturación tras las compras anticipadas realizadas durante 2021.
El reporte de GfK señala que entre las estrategias clave que las marcas y los minoristas pueden adoptar para sortear la incertidumbre y ganar se encuentran:
- Adaptar los modelos de la cadena de suministro para reflejar las turbulencias actuales.
- Centrarse en productos que impulsen conveniencia y contrarresten las presiones financieras.
- Ajustar el producto, el precio y el posicionamiento de la marca a la «nueva normalidad».
- Aprovechar los datos y la información para estar al tanto de las tendencias volátiles del mercado.