Con el objetivo de preservar un recurso vital para la vida y fomentar una gestión sostenible, cada 22 de marzo se celebra el “Día Mundial del Agua”. Sin embargo, este acontecimiento se presenta en medio de una crisis mundial producida por el coronavirus, donde el agua es fundamental para salvar vidas, debido a la importancia de lavarse y desinfectarse las manos para combatir la pandemia, según la ONU.
Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) son una herramienta muy importante que permiten la recuperación de aguas residuales, provenientes del uso doméstico o industrial, mediante un proceso físico-químico que tiene como finalidad eliminar los contaminantes presentes en el agua utilizada.
Es así como Disal, empresa de servicios ambientales a nivel nacional, como parte de su División de Tratamiento de Aguas opera una de las PTAR más importantes a nivel regional, que está ubicada en Atocongo y cuyas aguas residuales provienen de aproximadamente 1500 familias.
“La PTAR puede tratar aproximadamente 18 mil metros cúbicos mensuales, cifra equivalente a 1200 tanques de agua domiciliaria. Este residuo que proviene de muchos hogares se dirige a una planta por bombeo. Aquí es tratada y reutilizada para el riego de áreas verdes”, indica Carlos Canales, Supervisor de Operaciones de Disal.