El FMI acaba de publicar su último informe Perspectivas de la Economía Mundial. Las tendencias recientes de la economía mundial y de los mercados financieros son buenas noticias para América Latina. El crecimiento mundial y el comercio internacional están cobrando ímpetu y, según las previsiones del FMI, ese auge continuará en 2018. El aumento de los precios de las materias primas también ha colaborado con el repunte de la región.
Favorecida por esta mejora del entorno mundial, la recuperación económica de América Latina también está cobrando ímpetu, a medida que las recesiones de algunos países (Brasil, Argentina y Ecuador) llegan a su fin. El FMI estima que el crecimiento regional fue de 1,3% en 2017 (frente al 1,2% proyectado en octubre pasado), y proyecta que la actividad se acelerará a 1,9% en 2018 y 2,6% en 2019.
El consumo y las exportaciones fueron los principales impulsores del crecimiento el año pasado. Es alentador constatar que la inversión ya no es un lastre y se prevé que sea un factor importante para la aceleración del producto este año y el próximo. La inflación retrocedió significativamente en 2017 en muchos países, dejando cierto margen para una política monetaria más acomodaticia.
La recuperación es generalizada en toda la región. Aunque México, América Central y partes del Caribe se están beneficiando de un crecimiento más vigoroso en Estados Unidos, el crecimiento en América del Sur se debe principalmente al fin de las recesiones de Brasil, Argentina y Ecuador, así como al aumento de los precios de las materias primas. Finalmente, la proyección para la economía peruana sube de 3,8% a 4% para el año 2018.