El año 2017 ha sido difícil para la economía peruana. Primero el Fenómeno de El Niño costero y luego el escándalo Lava Jato la golpearon duramente. Ambos terminaron por configurar un escenario que le costó a la economía más de un punto porcentual en términos de crecimiento. La expansión este año será apenas de 2,5% respecto de 2016.
La economía peruana ya venía pasando por un momento complicado desde el gobierno de Ollanta Humala, pues los precios de los metales retrocedieron notablemente, con lo que se extinguió uno de sus principales motores. Más aún, con el cambio de gobierno se recortó el gasto público, con el ánimo de reducir la brecha fiscal. Luego sobrevino el fenómeno climático y se complicaron más con los escándalos de corrupción.
A pesar de este contexto poco optimista, el escenario económico dio señales de estar cambiando hacia finales de año. Los precios de los commodities minerales que exporta el país han registrado cierta recuperación, especialmente el cobre, y la inversión pública está en un raudo ascenso. Además, la confianza de los empresarios se está recuperando y, al parecer, es inminente que en un par de trimestres la inversión experimente un verdadero repunte.
El año 2017 culmina, sin duda, mejor de lo que empezó y abre buenas perspectivas para el siguiente periodo anual. La aceleración de la economía parece haber comenzado y podría alcanzar un avance de 4% en 2018.
Si desea leer la totalidad de este informe, suscríbase a la edición impresa de la revista Business.